Desarrollo
de enfermedades
Actualmente se debate asiduamente si los OGM tienen o no efectos
contraproducentes en la salud humana. Como riesgos mas posibles se han señalado
los siguientes:
Ø Alergias como resultado
del consumo de OGM
Ø Transferencia de
la resistencia a antibióticos por el consumo de OGM que contienen marcadores
genéticos con resistencia a antibióticos
Ø Mayores residuos
de agroquímicos en los alimentos diseñados para resistir un empleo mayor de
agroquímicos
Ø Recombinación de
virus y bacterias que potencialmente podrían dar origen a nuevas enfermedades o
cepas más patógenas de enfermedades conocidas.
Estudios
recientes sobre el consumo de alimentos transgénicos y el daño a la salud
En 1998, la
generación de una molécula tóxica en el proceso de manipulación genética de una
bacteria para producir L-triptófano un complemento dietético común causó la
muerte a 37 norteamericanos y secuelas permanentes a otros 1500. Al respecto se
comprobó la responsabilidad de compañía farmacéutica japonesa.
El investigador
Arpad Pusztai encontró que papas genéticamente manipuladas administradas a
ratas de laboratorio produjeron deformaciones estomacales, que no se dieron con
papas no manipuladas. Por dar a conocer estos resultados este investigador fue
expulsado de su centro de trabajo y siguió trabajando con otros OGM y al lado
de otros científicos advirtió que la manipulación genética aumenta los niveles
naturales de toxinas y alergénicos en plantas, además de producir nuevos.
En la Universidad de
Nebraska se comprobó que la soya, genéticamente manipulada con la nuez de
Brasil, aumentó las alergias a distintos alimentos. Este padecimiento se
detectó en un 8% de los niños de los Estados Unidos. Se manifiesta, desde
síntomas leves, hasta la muerte súbita.
Otros daños en
la salud provienen del consumo de carne o leche, proveniente de animales
alimentados con semillas transgénicas u hormonas. En el caso del uso intensivo
de hormonas, como la
Recombinante de Crecimiento Bovino (rBGH en inglés), también
conocido como Bovine Somatropin, que estimula la producción de otra hormona en
la vaca, llamado en inglés Insuline-like Growth Faktor 1 (IGF-1), se está
comprobando su incidencia en la propagación del cáncer. Hay algunos estudios
iniciales que reportan un incremento del 180% de la incidencia del cáncer de
pecho en mujeres pre- menopausias y de tumor maligno de próstata en hombres por
ingerir leche y carne, tratados con estas hormonas.
El IGF-1 en la
sangre humana es también un factor de riesgo del cáncer de próstata, cuyas
tasas han aumentado entre 1950 y ahora en un 180% (Science, 23 de enero de
1999). Pero también propicia siete veces más probabilidad de contraer cáncer de
mama en mujeres pre-menopausias, así como cáncer de colon en los humanos.
Lo peligroso del transgenicos:
·
Las toxinas Bt:
El tema más obvio referido a
la seguridad tiene que ver con el transgen y su producto introducido en los
cultivos transgénicos, ya que son nuevos para el ecosistema y la cadena
alimenticia de animales y seres humanos.
Las toxinas Bt del Bacillus
thuringiensis incorporadas a los cultivos alimenticios y no alimenticios
representan alrededor del 25% del total de cultivos transgénicos plantados
actualmente en todo el mundo. Se descubrió que son nocivos para la cadena
alimenticia de los ratones, las mariposas y los insectos neurópteros. Las
toxinas Bt también son nocivas para los insectos del orden de los Coleópteros
(escarabajos, gorgojos y strepsipteras), que contiene aproximadamente 28.600
especies, mucho más que cualquier otro orden. Las plantas Bt exudan la toxina
que se incorpora al suelo a través de las raíces, lo que tiene un impacto
potencialmente mayor en la ecología y fertilidad del suelo.
Las toxinas Bt pueden ser
alergénicos reales y potenciales para los seres humanos. Algunos trabajadores
rurales expuestos a la aplicación por aspersión de Bt experimentaron irritación
cutánea alérgica y produjeron anticuerpos IgE e IgG. Un grupo de científicos ha
alertado contra la liberación de cultivos Bt para utilización humana.
Demostraron que la protoxina recombinante Cry1Ac del Bt es un inmunógeno
sistémico y de las mucosas, tan potente como la toxina del cólera.
Una cepa del Bt que causó
graves necrosis (muerte de tejidos) en humanos, provocó la muerte de ratones en
el término de 8 horas por síndrome de conmoción tóxica. Tanto la proteína Bt
como la papa Bt fueron nocivas para ratones sometidos a experimentos de
alimentación, lesionándoles el íleo (parte del intestino delgado). Los ratones
presentaron mitocondrias anormales, con signos de degeneración y deterioro de
los microvilli (proyecciones microscópicas que emergen de la membrana de una
célula) en la superficie de revestimiento del intestino.
Como el Bt o Bacillus thuringiensis
y el Bacillus anthracis (especie de ántrax utilizado como armamento
biológico) están estrechamente relacionados entre sí y con una tercera
bacteria, el Bacillus cereus –una bacteria común del suelo que provoca
el envenenamiento de los alimentos–, pueden intercambiar rápidamente plásmidos
(moléculas de ADN circular que contienen orígenes de replicación genética que
permiten la replicación independiente del cromosoma) que transporten genes de
toxinas. Si el B. anthracis captó genes Bt de cultivos Bt por la
transferencia horizontal de genes (ver más adelante), podrían crearse nuevas
cepas de B. anthracis con propiedades impredecibles.
·
Cultivos
“farmacéuticos”
Otros genes y bacterias así
como secuencias virales peligrosas se incorporan a nuestros cultivos
alimenticios y no alimenticios en forma de vacunas y productos farmacéuticos de
la “siguiente generación” de cultivos transgénico. Entre esos cultivos
farmacéuticos están los que expresan citoquinas, las cuales se sabe que
suprimen el sistema inmunológico, inducen enfermedades y provocan la toxicidad
del sistema nervioso central, así como el interferón alfa, que se ha informado
es causa de demencia y neurotoxicidad y como efecto secundario puede provocar
trastornos del estado de ánimo y alteraciones cognitivas. Algunos contienen
secuencias virales tales como el gen de la proteína “spike” del coronavirus de
cerdo, de la misma familia que el virus del SARS vinculado con la actual
epidemia mundial.
El gen de la glicoproteína gp
120 del virus HIV-1 del SIDA, incorporado al maíz transgénico como una “vacuna
oral comestible barata”, es otra bomba de tiempo biológica. Existen pruebas
abundantes de que este gen puede interferir en el sistema inmunológico pues
tiene homología con las regiones variables de las inmunoglobulinas donde están
los sitios de unión del antígeno, y tiene sitios de recombinación similares a
los de las inmunoglobulinas. Además, esos sitios de recombinación también son similares
a los sitios de recombinación presentes en varios virus y bacterias, con los
cuales puede recombinarse la glicoproteína gp120 para generar patógenos
letales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario