sábado, 23 de noviembre de 2013

IMPÁCTO EN LA SALUD POR EL CONSUMO DE VEGETALES TRANSGÉNICOS

  Desarrollo de enfermedades

Actualmente se debate asiduamente si los OGM tienen o no efectos contraproducentes en la salud humana. Como riesgos mas posibles se han señalado los siguientes:

Ø  Alergias como resultado del consumo de OGM
Ø  Transferencia de la resistencia a antibióticos por el consumo de OGM que contienen marcadores genéticos con resistencia a antibióticos
Ø  Mayores residuos de agroquímicos en los alimentos diseñados para resistir un empleo mayor de agroquímicos

Ø  Recombinación de virus y bacterias que potencialmente podrían dar origen a nuevas enfermedades o cepas más patógenas de enfermedades conocidas.

     Estudios recientes sobre el consumo de alimentos transgénicos y el daño a la salud

              En 1998, la generación de una molécula tóxica en el proceso de manipulación genética de una bacteria para producir L-triptófano un complemento dietético común causó la muerte a 37 norteamericanos y secuelas permanentes a otros 1500. Al respecto se comprobó la responsabilidad de compañía farmacéutica japonesa.

              El investigador Arpad Pusztai encontró que papas genéticamente manipuladas administradas a ratas de laboratorio produjeron deformaciones estomacales, que no se dieron con papas no manipuladas. Por dar a conocer estos resultados este investigador fue expulsado de su centro de trabajo y siguió trabajando con otros OGM y al lado de otros científicos advirtió que la manipulación genética aumenta los niveles naturales de toxinas y alergénicos en plantas, además de producir nuevos.

              En la Universidad de Nebraska se comprobó que la soya, genéticamente manipulada con la nuez de Brasil, aumentó las alergias a distintos alimentos. Este padecimiento se detectó en un 8% de los niños de los Estados Unidos. Se manifiesta, desde síntomas leves, hasta la muerte súbita.

              Otros daños en la salud provienen del consumo de carne o leche, proveniente de animales alimentados con semillas transgénicas u hormonas. En el caso del uso intensivo de hormonas, como la Recombinante de Crecimiento Bovino (rBGH en inglés), también conocido como Bovine Somatropin, que estimula la producción de otra hormona en la vaca, llamado en inglés Insuline-like Growth Faktor 1 (IGF-1), se está comprobando su incidencia en la propagación del cáncer. Hay algunos estudios iniciales que reportan un incremento del 180% de la incidencia del cáncer de pecho en mujeres pre- menopausias y de tumor maligno de próstata en hombres por ingerir leche y carne, tratados con estas hormonas.

              El IGF-1 en la sangre humana es también un factor de riesgo del cáncer de próstata, cuyas tasas han aumentado entre 1950 y ahora en un 180% (Science, 23 de enero de 1999). Pero también propicia siete veces más probabilidad de contraer cáncer de mama en mujeres pre-menopausias, así como cáncer de colon en los humanos.

   Lo peligroso del transgenicos:
·         Las toxinas Bt:
El tema más obvio referido a la seguridad tiene que ver con el transgen y su producto introducido en los cultivos transgénicos, ya que son nuevos para el ecosistema y la cadena alimenticia de animales y seres humanos.

Las toxinas Bt del Bacillus thuringiensis incorporadas a los cultivos alimenticios y no alimenticios representan alrededor del 25% del total de cultivos transgénicos plantados actualmente en todo el mundo. Se descubrió que son nocivos para la cadena alimenticia de los ratones, las mariposas y los insectos neurópteros. Las toxinas Bt también son nocivas para los insectos del orden de los Coleópteros (escarabajos, gorgojos y strepsipteras), que contiene aproximadamente 28.600 especies, mucho más que cualquier otro orden. Las plantas Bt exudan la toxina que se incorpora al suelo a través de las raíces, lo que tiene un impacto potencialmente mayor en la ecología y fertilidad del suelo.

Las toxinas Bt pueden ser alergénicos reales y potenciales para los seres humanos. Algunos trabajadores rurales expuestos a la aplicación por aspersión de Bt experimentaron irritación cutánea alérgica y produjeron anticuerpos IgE e IgG. Un grupo de científicos ha alertado contra la liberación de cultivos Bt para utilización humana. Demostraron que la protoxina recombinante Cry1Ac del Bt es un inmunógeno sistémico y de las mucosas, tan potente como la toxina del cólera.

Una cepa del Bt que causó graves necrosis (muerte de tejidos) en humanos, provocó la muerte de ratones en el término de 8 horas por síndrome de conmoción tóxica. Tanto la proteína Bt como la papa Bt fueron nocivas para ratones sometidos a experimentos de alimentación, lesionándoles el íleo (parte del intestino delgado). Los ratones presentaron mitocondrias anormales, con signos de degeneración y deterioro de los microvilli (proyecciones microscópicas que emergen de la membrana de una célula) en la superficie de revestimiento del intestino.

Como el Bt o Bacillus thuringiensis y el Bacillus anthracis (especie de ántrax utilizado como armamento biológico) están estrechamente relacionados entre sí y con una tercera bacteria, el Bacillus cereus –una bacteria común del suelo que provoca el envenenamiento de los alimentos–, pueden intercambiar rápidamente plásmidos (moléculas de ADN circular que contienen orígenes de replicación genética que permiten la replicación independiente del cromosoma) que transporten genes de toxinas. Si el B. anthracis captó genes Bt de cultivos Bt por la transferencia horizontal de genes (ver más adelante), podrían crearse nuevas cepas de B. anthracis con propiedades impredecibles.

·         Cultivos “farmacéuticos”
Otros genes y bacterias así como secuencias virales peligrosas se incorporan a nuestros cultivos alimenticios y no alimenticios en forma de vacunas y productos farmacéuticos de la “siguiente generación” de cultivos transgénico. Entre esos cultivos farmacéuticos están los que expresan citoquinas, las cuales se sabe que suprimen el sistema inmunológico, inducen enfermedades y provocan la toxicidad del sistema nervioso central, así como el interferón alfa, que se ha informado es causa de demencia y neurotoxicidad y como efecto secundario puede provocar trastornos del estado de ánimo y alteraciones cognitivas. Algunos contienen secuencias virales tales como el gen de la proteína “spike” del coronavirus de cerdo, de la misma familia que el virus del SARS vinculado con la actual epidemia mundial.

El gen de la glicoproteína gp 120 del virus HIV-1 del SIDA, incorporado al maíz transgénico como una “vacuna oral comestible barata”, es otra bomba de tiempo biológica. Existen pruebas abundantes de que este gen puede interferir en el sistema inmunológico pues tiene homología con las regiones variables de las inmunoglobulinas donde están los sitios de unión del antígeno, y tiene sitios de recombinación similares a los de las inmunoglobulinas. Además, esos sitios de recombinación también son similares a los sitios de recombinación presentes en varios virus y bacterias, con los cuales puede recombinarse la glicoproteína gp120 para generar patógenos letales.


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