Los
riesgos de la humedad en los alimentos
Las
micotoxinas son compuestos producidos por diversos hongos de bajo peso
molecular y altamente reactivos. Cuando éstos se multiplican en los alimentos
como resultado de su metabolismo se producen estos compuestos tóxicos.
La
presencia de mohos en el alimento no implica automáticamente la presencia en
éste de micotoxinas. Una micotoxina puede permanecer en un producto en el que
no observemos crecimiento fúngico. Una determinada especie de hongo puede
producir más de un tipo de micotoxina, con propiedades de difundirse a través
de los alimentos, ya que son muy hidrosolubles.
Efectos tóxicos derivados
Los
efectos tóxicos de las micotoxinas son muy diversos. Entre las acciones más
patógenas están: lesiones hepáticas, trastornos renales, carcinogénesis,
efectos neurotóxicos, acciones alérgicas, irritación de mucosas y
fotosensibilización cutánea. Hay que destacar que las cantidades que hay que
ingerir de estas sustancias han de ser muy elevadas para producir estos
efectos.
Control de las micotoxinas en los alimentos
El
control de las micotoxinas en los alimentos es objeto de numerosos estudios e
investigaciones cuyos resultados no son muy satisfactorios. Va enfocado en dos
aspectos; por una parte inhibir el crecimiento de hongos en le alimento, y por
tanto así no podrá producir las micotoxinas, y por otro lado la destrucción de
éstas, si es que ya existen en el alimento.
Para
inhibir el crecimiento de hongos en los alimentos se utilizan agentes
antimicóticos, como por ejemplo antibióticos e insecticidas. El problema es que
existen numerosas especies de hongos y no todos ellos son igualmente
susceptibles a estos productos químicos. Para destruir las micotoxinas
existentes en los alimentos se utilizan distintos procesos basados en la
degradación física, como son:
1.
La
aplicación de calor a los alimentos contaminados por micotoxinas. El
inconveniente de este proceso es que las micotoxinas son muy resistentes al
calor, por lo que habría que aplicar tratamientos térmicos durante periodos de
tiempo muy prolongados y eso produce alteraciones en las características
organolépticas de los productos. Utilización de luz ultravioleta ya que algunos
tipos de micotoxinas, en concreto las aflatoxinas, emiten fluorescencia.
2.
También
se utiliza la degradación de tipo químico, basada en la utilización de vapores
de amoniaco, el inconveniente de éstos, es que producen olores en los
alimentos.
3.
La
degradación biológica, basada en la utilización de bacterias, levaduras y mohos
para favorecer la degradación de micotoxinas se está realizando de manera
experimental.
Cómo evitar mohos en los alimentos
Debido a
la imposibilidad que tenemos en nuestra casa de comprobar si en un alimento con
mohos éstos han producido o no micotoxinas se recomienda la eliminación de
productos enmohecidos. Una práctica muy habitual es eliminar sólo la porción de
alimento que vemos claramente afectada por el moho. Esta práctica ha de
evitarse y para eliminar posibles complicaciones es mejor deshacerse del
producto en su totalidad.
1.Es
importante que los alimentos permanezcan en ambientes secos. Los mohos crecen a
temperatura ambiente y hasta -5ºC siempre y cuando existe un elevado grado de
humedad en el medio.
2.Se ha
de evitar el contacto directo del alimento con el aire, principalmente si éste
se conserva en la nevera. En el frigorífico existe una humedad relativa lo
suficientemente alta como para favorecer la multiplicación de los hongos. Los
alimentos que conservemos en la nevera han de ir tapados con tapas o papel de
film.
3.Debemos
favorecer la ventilación cuando almacenemos alimentos. La aireación es muy
importante no sólo para evitar la conservación correcta del alimento, sino
también para no favorecer el crecimiento de hongos y su rápida difusión por las
distintas superficies.
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