sábado, 23 de noviembre de 2013

Tomate transgénico

Tomate transgénico
El primer producto de alimentos genéticamente modificados en alcanzar el mercado fue el tomate Flavr Savr de Calgene, fue aprobado para su venta en Mayo de 1994 por la Dirección de Alimentos y Drogas (DADUS), el tomate genéticamente alterado de Calgene maduro por un periodo de tiempo mas largo en la planta, supuestamente mejorando su sabor, de hay el nombre Flavr Savr. También se suponía que este mantenía su firmeza durante el transporte, reduciendo las perdidas. El nuevo producto fue creado al aislar un gen que codifica una enzima en el proceso de maduración.

                          Al invertir la actividad de ese gen. Calgene bloqueo la expresión de la enzima de maduración, por esa razón se extendía el tiempo que les llevaba a los tomates recolectados suavizarse y así les permita pasar mas tiempo madurando en la planta.

                          Se introdujeron en el tomate Flav Savr dos genes extraños, uno para que las membranas celulares tomateras se descompongan lentamente, y un gen de resistencia a un antibiótico. Con el segundo se asocian riesgos para la salud humana y animal, por la posibilidad de transferencia de esta resistencia a microorganismos patógenos. Pero en cuanto al primero el gen inhibidor de la enzima de poligalacturonasa que degrada la pared vegetal de las células del tomate, el vegetal mantiene durante as tiempo el aspecto apetitoso.

                          Pero los otros procesos de envejecimiento continúan; las vitaminas y los demás elementos nutritivos se descomponen como en cualquier tomate, y solo el aspecto externo engaña. El tomate envejece y pierde valor nutritivo, pero dejamos de percibirlo en su apariencia.

                          La finalidad de este nuevo producto era ofrecer a los productores de tomates múltiples beneficios, ya que:

Ø  Dejaba un periodo de tiempo mas largo para el transporte.
Ø  Proporcionaba la oportunidad de una recolección mecánica de los tomates convocas magulladuras.
Ø  Ofrecía al consumidor la elección de un tomate que maduraba en planta, a diferencia de los que se recogen cuando todavía están verdes y deben ser pulverizados con etileno para que maduren.

 El tomate de Calgene era una gran promesa comercial, por que le prolongaba vida en el estante, permitiendo la producción de tomates en lugares alejados, donde los estándares agrícolas son menos rigurosos.

El error comercial de Flavr Savr empezó casi al momento de llegar al mercado. Calgene decidió ponerle etiquetas en sus tomates, informando a los consumidores que el alimento era transgénico.

              Hay que decir que comercialmente, el producto fue un fracaso. En 1996, los tomates Flavr Savr se retiraron del mercado de productos frescos, la manipulación del gen de la maduración tenia al parecer consecuencias imprevistas como la piel blanda, un sabor extraño y cambios en la composición del tomate, y los consumidores lo rechazaron. algene también tuvo problemas de producción, el Flavr Savr creció bien en el laboratorio, pero se toparon con serios obstáculos en el campo.


              En definitiva, el tomate McGregor no parece precisamente un ejemplo de por donde tienen que ir las cosas en una sociedad ecológicamente sustentable que cuide la calidad de vida. El caso de este tomate no es anécdota, sino categoría; por notable que sea la cadena de proezas técnicas que condujeron a su fabricación, el producto lejos de satisfacer necesidades humanas importantes, mas bien frustra su posible satisfacción.

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