sábado, 23 de noviembre de 2013

ORGANISMOS GENETICAMENTE MODIFICADOS O TRANSGENICOS (TRANSGENICOS)

        ORGANISMOS GENETICAMENTE MODIFICADOS O TRANSGENICOS

             Según: M. Fernandez Rivas (2005). Los organismos modificados genéticamente (OMG) se derivan, de manera genérica, de variedades dentro de especies vegetales, animales o de microorganismos conocidos que han sido “modificados genéticamente” y se utilizan desde hace casi un decenio, ya sea como componentes principales o desde antes, como insumos complementarios al procesamiento de los mismos. Esta modificación genética se entiende actualmente y de manera convencional, como la producida por procedimientos derivados de la biotecnología moderna, es decir, los que involucran la movilización (artificial, más no azarosa) de fragmentos de ADN (genes recombinantes o transgenes), del genoma de un organismo a otro, el cual se propaga luego para constituirse en una variedad MG. Si bien se considera que las cruzas y la selección (artificial) de variedades vegetales y de razas de animales por mejoramiento tradicional, genera, asimismo, distintos tipos de modificación genética (también, relativamente azarosa), con el uso de la ingeniería genética se han trascendido barreras reproductivas que permiten, hacer funcionar genes particulares en otros ambientes celulares y obtener ya sean los productos asociados, las funciones o propiedades particulares de ciertas especies biológicas en otras cultivables donde el rendimiento, el costo y otras ventajas agronómicas hasta ambientales, brindando una alternativa de mejora productiva.  

2.2.1 Conceptos Generales

                     Los organismos modificados genéticamente son precisamente aquellos cuyo material genético ha sido transformado por alguna de las técnicas de la Ingeniería Genética pudiendo ser el resultado de la transgénesis como tal o de la modulación de la expresión de un determinado gen de su genoma. Este proceso mas eficaz hace innecesario cruzar millones de genes, con lo que se evita la posibilidad de producir características no deseables, también se distingue por permitir a los científicos incorporar genes de otras especies, algo imposible de realizar por las vías tradicionales.

2.2.2 Mecanismos de Transferencia Genética

                     Según: José M.  (2003). El intercambio de material genético entre las células bacterianas pueden tener lugar a través de uno de los tres mecanismos siguientes: conjugación, que consiste en un apareamiento o intercambio casi sexual de información genética entre una bacteria (donante) y otra bacteria (receptora); transformación, la cual provoca la adquisición de nuevos marcadores genéticos mediante la incorporación de ADN exógeno, o transducción, la cual se caracteriza por la transferencia de información genética de una bacteria a otra por medio de un bacteriófago.

                     La transformación es el proceso mediante la cual las bacterias captan fragmentos de ADN desnudo y los incorporan a sus genomas. La transformación fue el primer mecanismo de transferencia genética que se descubrió. En 1928, Griffith observo que la virulencia del neumococo se relacionaba con la presencia de una capsula de polisacáridos que los rodeaba y que los extractos de bacterias encapsuladas productoras de colonias lisas podían transmitir este rasgo a las bacterias no encapsuladas, los cuales presentan generalmente una morfología rugosa. Alrededor de quince años después, los estudios de Griffith permitieron que Every, Macleod y Mc Carty, identificaran el ADN como el principio clave del mecanismo de transformación.
                
                     Las bacterias gran positivas y gran negativas son capaces de captar y conservar de forma estable ADN exógeno. Ciertas especies presentan una capacidad natural de captación de ADN exógeno (por lo que se define como competentes como Haemophilus influenzae, Streptococcus pneumoniae y bacterias pertenecientes a los géneros Bacillus y Neisseria. La competencia aparece al final de la fase logarítmica de crecimiento, un cierto tiempo antes de que la población bacteriana entre en la fase estacionaria. La mayor parte de las bacterias no muestran una capacidad natural de captación del ADN.

2.2.2.1   Transducción

                   La transferencia genética por transducción esta mediada por virus bacterianos (bacteriófagos) que captan fragmentos de ADN y los almacenan en el interior de partículas de bacteriófago. El ADN suministrado a las células infectadas es luego incorporado al genoma bacteriano. La transducción puede clasificarse como especializada si los fagos en cuestión transfieren genes específicos (habitualmente los adyacentes a sus lugares de integración en el genoma) o generalizada si la selección de las secuencias es aleatoria debido al almacenamiento accidenta del ADN de la célula anfitriona en el interior de la cápside del fago. Las partículas de la transducción generalizada deben contener sobre todo ADN bacteriano y una cantidad pequeña o nula de ADN del fago. Un pequeño porcentaje de las partículas resultantes de fago almacenan los fragmentos de ADN en el interior de sus cápside. En lugar del ADN del fago, se inyecta ADN encapsulado en el interior de una nueva célula anfitriona, en la que puede recombinarse con el ADN homologo de aquella. Las partículas implicadas en la transducción generalizada son muy valiosas para realizar el cartografiado genético de los cromosomas bacterianos. Cuanto más próximos se dispongan dos genes en el cromosoma bacteriano será la posibilidad de un proceso de cotransducción en el mismo fragmento de ADN.

2.2.2.2   Conjugación

                   La conjugación se produce en la mayoría, si no en todas, las eubacterias. Suele darse entre bacterias pertenecientes a una misma especie o de especies relacionadas, aunque también tiene lugar entre procariontas y células vegetales, animales y micóticas. Un gran numero de plasmados conjugativos de mayor tamaño codifica colicanas o resistencia a antibióticos. La conjugación produce una transferencia unidireccional de ADN desde una célula donante hacia una célula receptora a través del llamado pilux sexual. Las bacterias gran positivas que llevan a cabo una conjugación R (resistencia antibiótica), se acercan por medio de una molécula de adhesina presente en la superficie de la célula donante en lugar de un pilux. El tipo de acoplamiento de las células depende de la presencia o ausencia de un plasmado conjugativo, como el plasmado F, el cual se define como conjugativo porque contiene todos los genes necesarios para su propia transferencia, como la capacidad de fabricar Pili sexual e iniciar la síntesis de ADN en el llamado origen de transferencia. El plasmidio F se transfiere así mismo, convirtiendo a las células receptoras en células macho Fº. Cuando un fragmento de ADN cromosómico se ha incorporado a la secuencia de plasmido se integra en el interior del cromosoma bacteriano la célula se designa como célula Hfr (alta frecuencia de recombinación). 

                 El ADN transferido por conjugación no es una molécula bicatenaria helicoidal, sino una molécula monocatenaria. La movilización comienza cuando una proteína codificada por un plásmido introduce una rotura monocatenaria en un punto específico del OrfT. La muesca así formada inicia una replicación por circulo rodante y la cadena lineal desplazada se dirige hacia la célula receptora. A continuación, el ADN monocatenario adopta nuevamente una conformación circular y sintetiza su cadena complementaria. La integración de un plásmido F en el cromosoma bacteriano crea una célula Hfr. La conjugación comporta la transferencia parcial de la secuencia plasmídica y de un fragmento del ADN cromosómico bacteriano. Como consecuencia de la fragilidad de la conexión formada entre las dos células acopladas, la transferencia se suele interrumpir antes de finalizar el proceso, de modo que únicamente se transfieren las secuencias cromosómicas cercanas al plásmido F integrado. La interrupción artificial de un acoplamiento entre un Hfr y una pareja F ha resultado útil para cartografiar el ADN cromosómico. Este tipo de mapa muestra la posición de cada gen en minutos según su momento de entrada a una célula receptora respecto a un origen fijo.

2.2.2.3   Recombinación

                   La incorporación del ADN extracromosómico en el cromosoma tiene lugar mediante un proceso de recombinación. Existen dos tipos de recombinación; homologa y la no homologa. La recombinación homologa (legitima) es la que tiene lugar entre secuencias de ADN estrechamente relacionadas y habitualmente sustituye una secuencia por otra. El proceso requiere la presencia de un conjunto de enzimas producidas por los llamados genes rec. La  recombinación no homologa (ilegitima) es la que tiene lugar entre secuencias distintas de ADN, y por lo general, produce inserciones, deleciones o ambas. Habitualmente este proceso precisa de la intervención de enzimas de recombinación especializada (algunas veces, incluso especificas para un sitio determinado).


No hay comentarios:

Publicar un comentario